Desde que regresé de nuestro encuentro anual en Gdansk a principios de este mes, he estado reflexionando sobre la experiencia y lo que significó no solo para mí, sino para todo nuestro equipo. Realmente fue una ocasión memorable, llena de calidez, risas y la alegría de conectarnos y reconectar en persona.
Debido a nuestro considerable crecimiento en los últimos dos años, para muchos de nuestro equipo, fue la primera vez que nos encontrábamos cara a cara, mientras que para otros, fue una reunión largamente esperada después de lo que pareció una eternidad de colaboración a distancia. Independientemente de las circunstancias, la energía y el entusiasmo en la sala eran palpables mientras nos reuníamos para ponernos al día, compartir historias y participar en estimulantes mesas redondas, dando forma a nuestras estrategias para el año venidero.
Lo que más me impactó durante nuestro tiempo juntos fue el profundo recordatorio de la importancia de las conexiones reales en una empresa remota. Si bien la comunicación digital ha sido indudablemente un salvavidas, hay algo insustituible en la autenticidad y profundidad de las interacciones cara a cara. Son estos momentos de conexión genuina los que fomentan un sentido de pertenencia y propósito compartido dentro de nuestro equipo.
Además, mientras disfrutábamos de la calidez de nuestra reunión, no pude evitar reflexionar sobre el notable crecimiento de nuestra empresa. Desde comienzos humildes, nuestro encuentro anual ha florecido en un evento cada vez mayor, reflejando la expansión exponencial de nuestro equipo. Con una tasa de crecimiento de aproximadamente el 30% año tras año, nuestra empresa ha evolucionado de un pequeño equipo a una fuerza formidable en la industria. Este año, mientras anticipamos un mayor crecimiento, no podría estar más orgullosa del viaje que hemos emprendido juntos.
Además de nuestro crecimiento, me complace compartir que hemos obtenido la prestigiosa certificación Great Place to Work, con una puntuación general sobresaliente de 95 sobre 100. Este logro es un testimonio de la dedicación y pasión de cada miembro de nuestro equipo, y me llena de inmenso orgullo liderar a un grupo tan excepcional de individuos.
Al mirar hacia el año que se desarrolla, estoy llena de optimismo y emoción por lo que nos espera. Nuestro tiempo juntos en Gdansk no solo ha fortalecido nuestros lazos como equipo, sino que también ha encendido una visión colectiva para el futuro. Creo firmemente que al priorizar el compromiso en la vida real, tanto interna como externamente, mejoramos el bienestar y la satisfacción de nuestro equipo y profundizamos nuestras relaciones con nuestros clientes y socios.
En los próximos meses, debemos mantenernos firmes en nuestro compromiso de fomentar conexiones significativas, ya sea a través de reuniones en persona, encuentros virtuales o conversaciones sinceras. Juntos, forjemos un año lleno de crecimiento, innovación y éxito compartido.
A cada uno de ustedes, gracias por ser una parte integral de nuestro viaje. Su pasión, dedicación y apoyo inquebrantable alimentan nuestro impulso colectivo y nos impulsan hacia nuestros objetivos compartidos.
Mientras continuamos navegando por el paisaje en constante evolución de los entornos de trabajo remotos e híbridos, los invito a compartir sus ideas y experiencias. ¿Cómo se mantienen conectados con sus equipos y colegas en un entorno de trabajo híbrido o solo remoto? ¿Y cómo imaginan que esto cambiará a lo largo del año que viene?
Sus perspectivas e ideas son invaluables mientras nos esforzamos por crear un lugar de trabajo que fomente conexiones significativas y nos permita prosperar sin importar dónde estemos.
Por un año de conexión, colaboración y posibilidades infinitas.
Con cariño,
Amanda