Seamos realistas: si tus empleados están desconectados, tus clientes lo notarán. ¿Y adivina qué? Ellos también se desconectarán.
Investigaciones recientes muestran que el orgullo de los empleados por su trabajo ha disminuido ocho puntos porcentuales, del 36 % al 28 %, desde 2020. Eso es enorme. Y no es casualidad que la satisfacción del cliente también esté cayendo al mismo tiempo.
No necesitas un estudio sofisticado para saber que los empleados desmotivados no brindarán un servicio de cinco estrellas. Pero aquí viene la buena noticia: las empresas que realmente se preocupan por su gente pueden darle la vuelta a esta situación.
Entonces, ¿cómo solucionamos este desastre?
Escucha a los empleados (de verdad)
Nos encanta enviar encuestas a los clientes y obsesionarnos con el Net Promoter Score, pero ¿con qué frecuencia nos comunicamos con nuestros equipos? Si tus empleados se sienten ignorados, estancados o poco valorados, se notará, especialmente en cómo tratan a los clientes. ¿Quieres empleados comprometidos? Empieza asegurándote de que tengan voz (y de que hagas algo con sus comentarios).
Dales una razón para preocuparse
Nadie se levanta emocionado por cumplir objetivos sin sentido. Las personas quieren saber que su trabajo importa. Quieren ver cómo sus esfuerzos marcan la diferencia, no solo para los resultados de la empresa, sino también para los clientes, las comunidades y el panorama general. Si tus empleados solo están «marcando tarjeta», eso es responsabilidad tuya. Ayúdales a ver el impacto de su trabajo y darán lo mejor de sí.
La tecnología debe ayudar, no entorpecer
La IA y la automatización pueden cambiar las reglas del juego, pero solo si se usan correctamente. Nadie quiere luchar contra sistemas torpes o ser reemplazado por un chatbot. Las mejores empresas utilizan la tecnología para apoyar a sus empleados, dándoles más tiempo para centrarse en interacciones significativas con los clientes, no para complicarles el trabajo.
Equilibra la vida laboral y personal (el agotamiento es malo para los negocios)
Un empleado agotado no va a ofrecer un servicio excepcional. Si tu equipo está al límite, la experiencia del cliente se verá afectada. Es así de simple. Las empresas que priorizan el bienestar, la flexibilidad y una cultura de respeto no solo tienen empleados más felices, sino también clientes más satisfechos.
¿La conclusión?
Si quieres clientes leales y satisfechos, empieza por tus empleados. La mejor experiencia al cliente proviene de personas que se sienten valoradas, motivadas y conectadas con lo que hacen.
Así que dejemos de tratar el compromiso de los empleados como algo opcional y empecemos a verlo como lo que realmente es: esencial para el negocio.
¿Quién está listo para revolucionar las cosas?
Con cariño,
Amanda